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Las tres películas "malditas" de la historia del cine

Por History Channel Latinoamérica el 12 de Agosto de 2021 a las 21:38 HS
Las tres películas "malditas" de la historia del cine-0

A lo largo de la historia, el género cinematográfico de terror y suspenso se vinculó, en varias ocasiones, con muertes inesperadas y accidentes catastróficos reales, tanto o más tenebrosos que los narrados a través de la ficción. Hoy te presentamos algunos de los casos más emblemáticos.

 

-Poltergeist

Entre la primera y la tercera película de esta célebre saga del terror, un extraño y mortífero maleficio puso fin a la vida de varios de sus protagonistas. Dominique Dunn, intérprete de la hermana mayor de la protagonista, fue estrangulada por su novio a los 22 años de edad; Julian Beck, con un papel en la segunda película de la saga, murió a los 60 años por un cáncer de estómago; Will Sampson, intérprete de un médico indio, falleció tras una complicación durante una operación, a los 53 años. Sin embargo, la más resonante tragedia involucró la muerte de la pequeña protagonista, Heather O’Rourke, que murió a los 12 años de edad por un shock séptico.

 

-La Profecía

El avión en el que viajaba Gregory Peck, actor principal, fue alcanzado por un rayo cuando atravesaba una tormenta, sin consecuencias para él ni el resto del pasaje. Curiosamente, un incidente de idénticas características sufrió el guionista de la película, David Seltzer, ocho horas después, en otro avión. No corrió la misma suerte John Richardson, a cargo de los efectos especiales, y su colaboradora, quien murió decapitada en un accidente automovilístico, tal cual ocurre en una célebre escena de la película.

 

-El exorcista

Durante la filmación fue necesario que un sacerdote exorcice las locaciones, tras el incendio inexplicable de varios decorados y un sinfín de contratiempos. Además, la muerte se hizo presente, cobrándose la vida de 9 personas, entre las que se cuentan a los actores principales, Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros, que murieron por diversas causas.

Fuente: Clarín